miércoles, 5 de diciembre de 2012

A UN SOLDADO

Abandonaste el barco junto a tus compañeros,
Muchachos, como tú, ni hombres ni niños,
Desafiando el mar en botes de acrílico,
Huyendo del peligro:
La nave que se hundía, tras el misil mortal.
Y el viento soplaba frío, y frío estaba el mar…
Tu balsa a la deriva, sin agua ni comida,
Rodeada de otras balsas, en plena soledad…
Con la única esperanza
que alguien oyera pronto el aviso de socorro
y te fueran a rescatar.
Y el frío helaba tus manos cansadas de remar…
El miedo cercaba tu mente, y hasta querías llorar…
Tus labios yacían resecos, de tanto viento y sal…
La noche te cubría con su manto estelar...
Buscabas con la vista una luz en el mar,
Pero la luz no venía, y el sueño te venció
Hasta que el primer rayo en tus ojos se posó….
Y, al abrirlos, comprobaste
Que a tu lado yacían, con vida, sólo dos:
El hambre, la sed y el frío
Habían sido más fuertes que su fé en Dios.
Volviste a quedar dormido
Y no oíste el motor del avión amigo
Que desde el cielo los vió…
Ni viste a tus compañeros abordar el Sobral
Con lágrimas en los ojos,
Más hombres que al naufragar,
Ni viste a tus padres que te fueron a buscar…
Ni oíste su grito amargo al saber la cruel verdad….  




ISBN 950-03-011.5

No hay comentarios:

Publicar un comentario