Aunque no seas Blanco ni Blanca, ni sepamos si sobreviviste al hambre y a todas las miserias que nos muestra el ojo del zoom; aunque nadie haga cadena de oración por todos los que, como vos, viven amenazados por la partida, en el silencio de las lágrimas de unos pocos y el anonimato para tantos; aunque hayas sido inmortalizado en tus harapos y tu mugre, causados por la indiferencia de muchos; aunque nunca llegues a recibir siquiera las vacunas que te protejan de la virulencia de los gérmenes asesinos; aunque los mezquinos no te ayuden a salvar a la humanidad con tu sonrisa oculta en el lagrimal de tus párpados; aunque hayas tenido que madurar a los golpes de la vida para saciar tus intestinos con el jugo de las hojas secas entre las piedras polvorientas; aunque la mirada distraída de nosotros te haya condenado a la indigna existencia de los invisibles con nombres ilustres; yo te aseguro que eres mi niño guía en los sueños de mi infancia …..
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